miércoles, 6 de octubre de 2010

La fuente o pila del siglo XIX


La pila o fuente que alguna vez estuvo en la antuga Plaza de Armas de la ciudad tuvo un trámite de construcción cuya secuencia documental puede seguirse, por ejemplo, en Actas Capitulares del Cabildo local como la de principios de 1810 donde se dice que "era conducente á veneficio (sic) dela obra publica quese tenia premeditada de una pila enla plaza de esta Ciudad". Su gestión y terminación se efectivizó en esos años, sobreviviendo su estructura al terremoto según testimonio de S. Estrada (1869): "en la plaza se conservan algunos tamarindos que la cercaban, i la pila de pomez que manaba en abundancia el agua del chayado."
D. Hudson dejó la siguiente descripción de 1852: "una fuente, que figura una columna, la que despide agua, que reciben tres tazas adheridas a la columna, cuya agua derramada, corre por caños subterráneos hacia el zanjón. Esta fuente o pila, fue construida con el objeto de dar a la población la rica agua del Challao, trayéndola desde sus manantiales, en dos leguas de distancia, por tubos subterráneos. Costó esta obra, tres mil pesos y fue ejecutada por arquitectos italianos. La columna es de grandes trozos de piedea pómez del país, labrada con arte. Las tazas son de cobre".
Después del terremoto de 1861, como tantas otras contrucciones y siginificados del que sería barrio "de las ruinas" o "del matadero" pasó al olvido y la acción humana y los avatares ambientales hicieron el resto. Se necesitó más de cien años para que el cucharín y picel del arqueólogo diera con sus restos, empujados por la conciencia comunitaria de la recuperación histórica.
Aunque su estado es ruinoso por los avatares del tiempo y la incidencia humana, puede seguirse bien tanto estas acciones como las fases de construcción. Del mismo modo, se hallaron fragmentos de piedra pómez que bien pueden representar partes de la aludida columna. Del cobre o bronce de sus tazas no hay evidencias. Si las hay, en cambio, de construcciones no señaladas, o no precisadas, en las descripciones escritas o figurativas que conocemos, como es la existencia de una pileta de ladrillos ubicada unos metros al sur de la fuente. Asimismo existe un zócalo o vereda de ladrillos en derredor de la pila propiamente dicha con caída hacia el vertedero y receptáculo externo, donde nuestros antepasados recogían el agua.
Hoy hay otra fuente en la superficie de la remodelada plaza y bajo ella, resguardados por una construcción, están a la vista las otras fuentes, la pileta, la vereda de acceso noreste y la sucesión de estratos de los perfiles de la excavación, al igual que los conductos de entrada y salida de agua (uno de ellos es el que se inicia en el Challao).
                    


                                             

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